El Osario de Chichén Itzá también se conoce como la tumba del gran sacerdote. Esta estructura mide más de 10 metros de altura y está formada por nueve cuerpos escalonados muy similares a El Castillo, que parece ser una réplica, con la diferencia de tener menos altura y un friso cubierto de relieves mitológicos decorados en sus esquinas con la efigie del dios Chaac similar a las que se encuentran en el Templo de los Guerreros y el Templo de Venus.
Esta estructura forma parte del grupo de edificios que, junto con la Plataforma Venus, el Sacbé Número 15 y el Cenote Xtoloc, repiten el patrón arquitectónico encontrado en la Pirámide de Kukulkán, el Templo de Venus, el Sacbé Número 1 y el Cenote Sagrado.
En la parte superior del osario, entre las dos primeras serpientes talladas, hay una entrada de piedra que desciende verticalmente hasta la base de la pirámide. Más allá del conjunto de escaleras de piedra, se entra a 12 metros de profundidad a una cueva donde se encuentran siete tumbas que fueron descubiertas junto con objetos de jade, campanas de cobre, cristales de roca y conchas.
Un aspecto interesante de esta estructura es que, al bajar a las tumbas, hay una entrada a través de un túnel natural que los nativos que participaron en las primeras exploraciones aseguraron que mide más de 20 kilómetros y que se encuentra con otra ciudad maya cercana, probablemente Yaxuná. Según la tradición, este túnel o caverna representa la puerta entre el mundo de los muertos y el paraíso.
Ubicación del osario en Chichén Itzá
El Osario en Chichén Itzá es parte del Grupo Central, y es la primera gran estructura que verá cuando venga de la Pirámide de Kukulkán. Justo enfrente hay una plataforma redonda, la Plataforma Venus, y luego la Plataforma de las Tumbas.
